
Descripción
Presente tres cartas, dos 10 negros y un 3 de cuadrados.
Pero para acentuar la dificultad, vuelva las cartas caras a bajo.
¡ Sorpresa! 2 dorsos negros y 1 dorso rojo están entonces visibles. Más vigoroso, pero a pesar de todo más fácil dirá usted, pero desconfíe, este 3 de cuadrados pertenece a un joven muchacho muy pillo.
La persona que elige entonces la carta se encuentra el dedo prisionero del pequeño muchacho que hizó desaparecer el 3 de cuadrados.
Ya puede usted imaginar la marca dejada por el dedo en la carta...
Un número algo tunante pero con mayor visualidad y autómatico.
Pero para acentuar la dificultad, vuelva las cartas caras a bajo.
¡ Sorpresa! 2 dorsos negros y 1 dorso rojo están entonces visibles. Más vigoroso, pero a pesar de todo más fácil dirá usted, pero desconfíe, este 3 de cuadrados pertenece a un joven muchacho muy pillo.
La persona que elige entonces la carta se encuentra el dedo prisionero del pequeño muchacho que hizó desaparecer el 3 de cuadrados.
Ya puede usted imaginar la marca dejada por el dedo en la carta...
Un número algo tunante pero con mayor visualidad y autómatico.